generadores diesel
tarot
toner samsung
Descubrí en Yago a una persona maravillosa. Pese a sus pintas, su cresta, sus cadenas, llevaba dentro a un chico atento, educado, que al pasar te sujetaba la puerta (aún recuerdo el primer día, sorprendida me eché a reir y casi recibo un portazo en la nariz) y conseguía no parecer ridículo cuando me cogía la mano para besármela. En fin que era divertido, atento, cariñoso... sentí lástima por Eva, que nunca llegaría a disfrutar de su amor.
Y como vuelvo a decir, la experiencia es un grado, y junto a que la verdad, Eva era una chica muy mona, conseguí que Yago sintiera por mi lo mismo que yo sentía por él.
Bueno, un romance juvenil ya sabemos todos como es, así que para no aburriros seré breve. Así me quitaré cuanto antes la espina que llevo clavada en el alma.
Nos veíamos todos los días, ya que en el tiempo que pasábamos el uno sin el otro era como si nos faltara el aire. A diario yo iba a buscarle cuando salía de trabajar, y luego el me acompañaba a casa, ya que como he dicho Eva trabajaba de noche. Los fines de semana pasábamos un rato con los amigos y luego nos ibamos sólos a pasear, siempre buscando la oscuridad, a tomar algo, alguna vez al cine...